Vaya forma de iniciar el año, con semejante realización.
Me siento abrumada por todo. Todo sube, el gas, la luz, el dolar... pero no el salario. No sé cómo "los adultos" lograron acostumbrarse o adaptarse, pues es imposible pensar que estas devaluaciones y encarecimientos de nuestras necesidades básicas sea algo de apenas este año, o el pasado. Son de toda una vida, desde que se inventaron los gobiernos.
También, la realización de que moriré sola cada vez pesa más. No es que intente hacer drama o me esté tirando al suelo para que alguien me recoja, pero es la verdad. Es una realización. Creo que olvidé (o nunca aprendí) lo que es estar en una relación. Quizá me volví demasiado egoísta, como un mecanismo de defensa para evitar sentir que me dan menos de lo que yo invierto. O quizá poner un límite dentro de la cercanía para evitar sentir de más. Otro mecanismo de defensa para evitar ponerme en una situación vulnerable, para que no lleguen a mí; para que al momento de su partida, no me duela. No invertir mis sentimientos desde el inicio para evitar la traición o el fracaso.
Cada vez más todas estas cosas me abruman tanto, que cada vez es más seguido el pensar que es mejor terminar todo de una vez.
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