Di NO a ACTA. ¡Entérate de lo que pasa y pasará! NO HAGAMOS QUE SE HAGA REALIDAD.

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Intoxicación

"Y ahora que no estás aquí,
¿qué será de mí?"

Siempre hay una forma nueva para romper límites, cortarme una pierna, mutilarme los brazos y hasta con los hilitos mojados de carmín dibujar garabatos en el suelo. Pero nunca voy a poder arrancarme el corazón. Seguiré temblando el resto de mi vida. Seguiré dependiendo el resto de mi vida. Seguiré amando el resto de tu vida. Seguiré odiando al resto de tu vida.

Puedo sentir el veneno bombear con cada latido de mi corazón, cómo me intoxica en el fluír de mis venas. Puedo sentir cómo la balanza dentro de mi mente se inclina más hacia la insanidad que a la cordura. Una mirada perdida en la nada, una sonrisa fantasma. Una canción para los sordos y un llanto para los insensibles.

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Mercadotecnia y autoestima 2: nos quieren pendejos.

"En el 2001, en anuncios de medios de comunicación directos, eso es, radio, televisión e imprenta, McDonalds's gastó $1.400 millores [de dólares] alrededor del mundo. En anuncios de medios de comunicación directos, Pepsi gastó más de 1 billón. Para anunciar sus caramelos, Hershey Foods gastó un mero $200 millones internacionalmente. En su año más alto, la campaña de frutas de "5 al día", [yo recuerdo esos anuncios cuando era niña] tuvo un prespuesto total para anuncios en todos los medios de comunicación de sólamente 2 millones de dólares. 100 veces menos que el presupuesto para medios de comunicación directo de una compañía de caramelos."

$1,400,000,000 McDonalds
$1,000,000,000 Pepsi
$200,000,000 Hersey
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$2,600,000,000

Mi pregunta es: ¿Realmente es necesaria tanta publicidad; tanta urgencia por consumir este tipo de productos? ¿Y por qué comapañas como las de "5 frutas al día" no pueden recibir un presupuesto *justo* para poder competir contra McDonalds, Pepsi y Hershey? 2,600,000,000 dólares que pueden usarse en campañas más provechosas como la de Dove, y la de 5 frutas al día? Porque a ellos les conviene que seamos obesos, pendejos e ignorantes para podernos manipular a su libre antojo.

Y eso que aún no me he puesto a pensar en el dinero que se gasta en el súper negocio de la guerra, que se puede emplear en educación y combatir pobreza y hambruna.

Fuente: Super Size Me, 2004. Morgan Spurlock.

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Mercadotecnia y autoestima: nos quieren pendejos.

Un día, antes de entrar a la escuela, caí enferma y fui con mi doctora, quien entre otras cosas, me recomendó bajar de peso y me diouna muestra de unas pastillas que ayudan al organismo a eliminar las grasas. Regresé a mi casa y todo normal, y de forma curiosa abrí la cajita con la pastilla y me encuentro con que adentro tiene un folleto explicando cómo funciona el producto. Es aquí donde, alzé el rostro, volteé para todos lados, como preguntándole a quien me viera: ¿lo que estoy viendo es verdad? ¿Alguien más ve lo que yo? Resulta que en el folleto, había una fotografía de una mujer donde padecía sobrepeso y al ladito una donde estaba delgada. ¡Pero más indignante no podía ser! La gordita tenía una mueca de enfado y desagrado y la flaquita estaba sonriente. De inmediato pensé: "¡Vaya mensaje que estamos enviando!"

¿Por qué la publicidad nos queire decir que una es infeliz si es gorda? No me malentiendan: yo padezco de obesidad severa y ciertamente estoy infeliz con mi condición, pero soy una obesa severa HERMOSA y rellena de puro amor. Lo que quiero decir, es lo siguiente: ¡La obesidad y el amor propio (aceptación) no tiene por qué estar peleados! ¡Estar delgado no significa ser feliz! Hay miles de gorditas que se aman gorditas, y hay miles de flaquitas que se odian flaquitas.

En la sociedad, si no eres delgada, no eres socialmente hermosa. A lo más que puede aspirar una mujer obesa, es a uno o varios o todos de lo siguiente:

• "Eres una princesa, no entiendo por qué no tienes novio."
• "¡Eres una gran amiga/mujer! Estoy seguro que el hombre indicado vendrá a ti pronto.
• "¡Eres una excelente amiga!"
• "¡Eres como una hermanita para mí!"
• "¡Vales mucho la pena!"
  

Mientras la sociedad detenga el uso de esteorotipos o de enseñarnos que ser gorda es prácticamente una atrocidad, estaremos estancados en un conflicto eterno de autoestima, y así es muy fácil que los medios se aprovechen de una para venderles más medicinas, comidas y entre otras cosas; y si tienen una mente paranoíca como yo, entonces podrán hacernos cosas peores.

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Odio San Valentín.

A diferencia del resto de los amargados, yo no odio san Valentín por la mercadotecnia, ni me escondo detrás del "no sólo hoy deberíamos mostrarles a los seres amados que los queremos", no. Yo odio san Valentin por mi propia historia personal; lo odio en la superficie, en el fondo es un día más, como cualquier otro, que pudiera ser bastante agradable y especial si tuviese con quién compartir un sentimiento. Lo odio como protesta. Protesto en contra de muchas cosas: la vanidad, la apariencia física, el fracaso y el éxito; lo odio por las falsas amistades, los corazones rotos del mundo, por mi propio corazon quebrado; lo odio por las desiluciones, por los desamores y los sinsabores; la inseguridad, y el miedo y todos los demonios internos que pueden existir en las obscuridades más profundas de uno mismo, y entre una amistad o un romance.

A veces simplemente pesa más el dolor aunque estés consciente de lo bueno que tienes alrededor.

Así que... no les deseo un feliz San Valentín; es más, le quito las mayúsculas: no les deseo un feliz san valentín. Estoy en protesta.

(Pero ojalá que se la pasen bien, o al menos mejor que yo.)

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