Wednesday, January 15, 2014

Opus 1

Ha pasado tanto tiempo desde que visité este lugar, ya ni recuerdo cuantos, querida. Pero no importa lo que pase, algo siempre me traerá de regreso y yo siempre querré regresar. Fue en este lugar, justo en la avenida principal donde conocí a los hermanos Increíbles. Y allá, en donde está aquel parque, solía haber una casita, donde recibí mi primera paliza; desde que me fui la demolieron. Ya nadie vivia ahí, ni mis hermanos ni mis padres.

Ahora, claro, todo es moderno. La teconología de ahor ha cambiado el modo de vida dramáticamente, inclisive ha cambiado hasta a la gente. Se quedan en sus casas, usando esas pantallas. Todo lo hacen por ese medio. ¿Tú lo recuerdas? ¿Te tocó vivirlo? No, aún estás muy joven, quizá viste apenas un agonizante destello de la vida de antes. La gente ahora 'trabaja' por ahí, se entretienen, se 'hacen el amor', y según ellos, viven.

Te lo digo porque en mis tiempos todo era diferente. Verás, yo, a pesar de no hablar mucho, nunca e he considerado silenciosa. Al contrario. Inclusive, aún cuando no estoy, sigo haciendo ruido. Por ejemplo, cuando comprendí que mis padres no me querían por haber nacido mujer, y después de una serie de eventos desafortunados, huí de casa. Y cómo se notó mi ausencia, eh. Toda la ciudad me buscaba, pero jamás dieron conmigo.

Pero esa es otra historia. Mira, es ahí, esa casa, la que observo cuando regreso. Quédate cerca de mí pero escóndete en los arbustos. ¿Ves? Llegamos justo a tiempo. Está abriendo la puerta. Oh, mira su rostro. El tiempo ha sido compasivo con su cuerpo pero la vida muy cruel con su rostro y sin embargo sigue siendo hermoso. El tiempo ha intentado hacer estragos en él, per él siempre ha sido muy testarudo y hacía lo que se le viniera en gana. Por eso no necesita el bastón y no tiene joroba; camina rápido para su edad. Mira cómo se ha despedido de su esposa, con un beso. A pesa de que la ama, no la ha besado como alguna vez me besó a mí. Por eso no debe verme, ¿compredes? Porque yo morí hace mucho, y ahora yo te educo a ti.

El siencio pesa, salvo por el viento que sopla y los carros. Camina lento, pero ya casi llega a la esquina que da al bulevar donde puede tomar un taxi. Ah, cómo quisiera poder verlo más de cerca, no sabes cómo lo extraño. Pero los fantasmas no se le aparecen a los vivos.

Ojalá pudiera enviarte a ti, mi chiquilla, pero para mi desgracia, no qiero que nadie más lo vea. Eliminaría a su esposa y a sus hijos, hasta sus nietos, pero él los quiere. Eliminaría al mundo, pero eso no lo haría feliz.

Cuando yo encuentre mi mente real y él la suya, quizá nos veamos en el infierno, pero para serte franca, tampoco creo que nos podamos ver ahí. El señor Increíbe y yo... no coincidimos con el "para siempre" del que tanto habla la gente.

Se ha detenido un taxi frente a él y mientras yo salgo del arbusto, me pregunto a dónde irá. Como tie digo, hace mucho que no vengo y no conozco su rutina. La última vez que vine, recién se había casado; también fue esa fue la última vez que nos vimos. Lloré mucho... fue muy doloroso enterarme, pero... era lo más natural, seguir con nuestras vidas. En ese entonces yo regresé después de darle la espalda, pensando que podía recuperarlo con el tiempo, pero como ya es obvio, en ese momento lo perdí para siempre. Así que esa nche, me encontré con mi Creadora, y me hizo inmortal. Ella envió una nota al periódico en un intento de comprobar si lo que le había contado de mi familia era cierto, pero nadie asisitió. No sé si ya todos habían muerto, si ya se habían cansado de buscarme, o si ya las generaciones descendientes se olvidaron de que yo existí alguna vez.

Me siento rebelde, querida. Vamos, sigámoslo, mientras te cuento más de mi trágica historia. ¿Qué cómo fue mi romance con él? A pesar de mi sonrisa y la nostalgia de mis ojos fe caótica. Tóxica. Destructiva. Pero nunca he amado tanto a nadie como a él, y te aseguro que él tampoco. No lo sabes, pero su primogénita lleva mi nombre. Así de intensa fue. Así de hermosa.

Sube rápido, no quiero que este chofer pierda a su objetivo. Sí, el señor increíble y yo tuvimos una relación intensa, pero nuestro amor no podía ser. Nuestros planes eran diferentes, nuestras mentes, nuestras ciudades. ¿Si me arrepiento de morir? No. Verás, así... yo habré ganado y a pesar de todo en el mundo, yo seguiré sólo pra él. Oh, vamos, no me mires así. Conoces lo orgullosa que soy.

Chofer, apresúrese, no pierda de vista aquel taxi... ¿por qué nos detenemos? ...Reconozco este lugar, pero, ¿por qué se detiene aquí...? ¿Está seguro que siguió al taxi correcto? ¡Oh! Se está bajando... flores... ¿A quién visitará? Págale al amable señor, querida, y espérame aquí.

Oh, mi cielo... me impresiona tu fortaleza. Mira sólo cómo cargas esas flores al subir este pequeño cerro. Los ojos que te miran desde abajo de la tierra deberían alabar tus pasos. Supe que tus hermanos fallecieron hace un tiempo; siempre fuiste uno bueno, a pesar de su situación. También veo que tu buen gusto nunca te abandonó. Es una tumba muy bonita, y ese ángel en la entrada del mausoleo le da un aire muy digno.

Colocas el sencillo ramo de flores en el suelo, y debo aditir que es un hermoso gesto, y más aún el incienso. Siempre me gustó ese aroma. Te estás arrodillando, con todo el cansancio de tu cuerpo.

¿Una lágrima? ¡Estás llorando! Por más que me dijiste que jamás o hacías, sé reconocer que lloras a veces, pero sólo a veces. Dices algunas palabras que no alcancé realmente a escuchar, y limpias el polvo acumulado con tu mano arrugada, de piel áspera y obrera. Mi nombre... ¡Es mi nombre! Amor, ¿es esta mi tumba?

¡No estoy muerta! ¡Mírame, no llores! El sol es mi verdugo y no puedo abrazarte, y tú estás vivo aún. ¿Entonces me visitas cada año? Soy una ingrata... Yo me desaparezo,  te doy la espalda cada vez que nos vemos y yo no regreso hasta que te has olvidado de mí. No... no me digas que me amas, no me lo merezco... ¡silencio! Mi rostro se adorna de rastros de camín, hay sangre en mis yemas.

Debí sollozar sin darme cuenta... porque has volteado hacia mi escondite. ¿Qué hago? No puedo moverme, y tú te me quedas viendo...
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